“Mi celular nuevo, mi reproductor MP3 que además es radio y el nuevo disco de mi artista favorito” son algunos motivos de alegría en muchos, los adelantos en tecnología ahora nos permiten escuchar nuestra música favorita casi en cualquier parte, comenzando por Akio Morita, uno de los fundadores de la marca Sony, quien dio nombre al veterano “Walkman” que desde el 1 de Julio de 1979 hasta la fecha ha sido pionero de muchos otros adelantos en tecnología.
Hoy en día la sensación es el nuevo iPhone lanzado por Apple, que como muchos otros teléfonos móviles posee reproducción de audio, por lo cual podemos gozar, y me incluyo, de disfrutar nuestras piezas musicales favoritas incluso directamente en nuestros oídos.
¿Por qué nos gusta escuchar música?
Cuando escuchamos una pieza de la canción de moda que nos gusta no podemos evitar cantarla, o mover nuestro cuerpo al compás de la melodía, sea esta Clásica, Rap, Pop o Reggaetón entre otros. La música dentro de los efectos que nos produce involucra la emoción tanto en lo que se percibe como en lo que se ejecuta o canta. Cuando un acorde que resuelve una sinfonía nos produce un delicioso escalofrío se activan en el cerebro los mismos centros de placer que actúan al comer chocolate, hacer el amor o tomar ciertas drogas, podemos decir entonces que la música en muchos de los casos puede producirnos placer.
Nuestra naturaleza de seres humanos siempre nos ha hecho querer llevar las cosas al extremo, cuando nos encontramos solos en el hogar muchas veces reproducimos nuestra música favorita a todo volumen, y eso nos hace sentir bien.
Aparato auditivo
Hablemos un poco de nuestro aparato auditivo, este se divide en 3 porciones, interna, media y externa. La parte externa esta compuesta solamente por lo que llamamos “oreja” o “Pabellón auricular”. La parte media es la encargada de transportar el sonido, es decir se refiere a los canales o pasillo por donde las ondas llegaran al tímpano lo que producirá la vibración de los huesecillos del oído (yunque, martillo y estribo) que estimulara las terminales nerviosas que harán llegar estos impulsos a nuestro cerebro.
Este aparato auditivo por su alta sensibilidad esta propenso a sufrir daños. El ruido ha sido catalogado como contaminante puesto que daña nuestra membrana auditiva debido a las altas vibraciones que sus ondas producen.
Los daños permanentes en la audición pueden ser producidos por varios factores como el envejecimiento, algunos medicamentos, lesiones en la cabeza además del ruido. La exposición frecuente a ruido alto o moderadamente alto durante un período de tiempo prolongado, puede dañar el tejido blando del oído interno. Las células y los nervios del oído interno se destruyen con la exposición continua o repetitiva a ruidos altos. Si un número suficiente de células y nervios se destruyen hay daño permanente de la audición.
Cuando visitas discotecas o bares en los que se suele escuchar música a mucho volumen puedes darte cuenta que al retirarte de ese lugar has perdido la sensibilidad de tu audición de manera momentánea debido a que esta exposición fue relativamente corta. Es de conocimiento público también que cuando escuchas una explosión producida por los fuegos artificiales sientas que tu audición disminuye momentáneamente.
Imagina ahora estar expuesto sonidos de explosiones fuertes todos los días por un prolongado periodo de tiempo, seguramente eso seria molesto, pero cuando de música se trata aunque el volumen del sonido sea el mismo no nos produce la misma molestia por tanto no evitamos este tipo de ruido Esta comprobado entonces ya sea que el ruido dañe o no nuestra audición, todo depende del volumen, del tono y de la cantidad de tiempo que usted está expuesto al ruido. El volumen del sonido que se mide en decibeles y la duración de la exposición a este sonido tiene mucha relación con el daño producido a la audición, mientras más alto sea el sonido, menor será el tiempo de exposición antes de que ocurra el daño. Por ejemplo, 8 horas de exposición a un ruido de 85-decibeles diarios, con el tiempo, puede comenzar a dañar los oídos de una persona. Escuchar con audífonos a alto volumen (aproximadamente a 110 dB), asistir a un concierto de música Rock (aproximadamente a 120 dB) o escuchar un disparo (entre 140 y 170 dB) puede dañarle la audición a algunas personas con que esto ocurra solamente unas cuantas veces.
¿Cómo se si mi aparato auditivo esta dañado?
Es casi imposible notarlo pues el daño se va dando de una forma gradual casi imperceptible y en realidad este daño casi no causa síntomas. Los síntomas usualmente son sensaciones vagas de presión o de pesadez en los oídos, cuando hablas con alguien tienes la sensación que esa persona estuviese tapándose la boca para hablar que se escucha lejos y un zumbido en los oídos que usted nota cuando está en lugares donde no se escucha ruido. Estos síntomas pueden desaparecer en minutos, horas o días o después de que la exposición al ruido termina.
La primera seña de pérdida de la audición inducida por el ruido es no oír los ruidos de timbre alto, como el canto de los pájaros, o no comprender el habla cuando se está en una multitud o en un lugar en donde se escucha mucho ruido de fondo. Si el daño continúa, la audición disminuye aún más y los sonidos de tono bajo se vuelven difíciles de entender.
“Perdón creí que habías dicho otra cosa…”
Muchas veces las personas tienen esta sensación de perdida de la audición pero en algunos casos no se trata de daño al aparato auditivo sino de algún tapón de cera dentro del pabellón de la oreja.
Es recomendable que si te gusta escuchar la televisión a todo su volumen o escuchar música en tu nuevo reproductor MP3 o en el reproductor de tu auto lo hagas a un volumen saludable y adecuado, evita los excesos o las zonas de construcción, si tu ambiente laboral es un poco ruidoso usa algún tipo de tapón o protector que te ayude a reducir tanto el sonido como el daño, también regular cuanto tiempo al día pasa escuchando tu música o expuesto a ruidos.
Asiste al medico de forma regular y si sientes que has perdido un porcentaje de la audición consulta con tu medico familiar, el podrá darte una mayor orientación sobre tu caso, ya sea este un daño en tu audición o solamente falta de limpieza que se corrige con medicamentos o algún lavado.
¿Cómo se si mi aparato auditivo esta dañado?
Es casi imposible notarlo pues el daño se va dando de una forma gradual casi imperceptible y en realidad este daño casi no causa síntomas. Los síntomas usualmente son sensaciones vagas de presión o de pesadez en los oídos, cuando hablas con alguien tienes la sensación que esa persona estuviese tapándose la boca para hablar que se escucha lejos y un zumbido en los oídos que usted nota cuando está en lugares donde no se escucha ruido. Estos síntomas pueden desaparecer en minutos, horas o días o después de que la exposición al ruido termina.
La primera seña de pérdida de la audición inducida por el ruido es no oír los ruidos de timbre alto, como el canto de los pájaros, o no comprender el habla cuando se está en una multitud o en un lugar en donde se escucha mucho ruido de fondo. Si el daño continúa, la audición disminuye aún más y los sonidos de tono bajo se vuelven difíciles de entender.
“Perdón creí que habías dicho otra cosa…”
Muchas veces las personas tienen esta sensación de perdida de la audición pero en algunos casos no se trata de daño al aparato auditivo sino de algún tapón de cera dentro del pabellón de la oreja.
Es recomendable que si te gusta escuchar la televisión a todo su volumen o escuchar música en tu nuevo reproductor MP3 o en el reproductor de tu auto lo hagas a un volumen saludable y adecuado, evita los excesos o las zonas de construcción, si tu ambiente laboral es un poco ruidoso usa algún tipo de tapón o protector que te ayude a reducir tanto el sonido como el daño, también regular cuanto tiempo al día pasa escuchando tu música o expuesto a ruidos.
Asiste al medico de forma regular y si sientes que has perdido un porcentaje de la audición consulta con tu medico familiar, el podrá darte una mayor orientación sobre tu caso, ya sea este un daño en tu audición o solamente falta de limpieza que se corrige con medicamentos o algún lavado.
Escrito por:
GeR®
Presidente de Curiosalud®
